Siria, y los niños

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

¿Esperanza o más castigo? Tengas la opinión que tengas, estés en el bando que estés, antes de seguir leyendo ¿puedes escuchar  y ver esto, un momento?

Ahora, escucha tu corazón y decide.

He leído a los analistas y escuchado a muchos poderosos, antes y después de enviar a Siria a los expertos de  Naciones Unidas, para tomar muestras  de los últimos ataques.

Pero en Siria, como en otros muchos países, los conflictos no empezaron hace cuatro días, como parece por las prisas.

Lo que los occidentales comenzaron llamando la “Primavera árabe”, y saludaron como una esperanza, fue la mecha que inició un conflicto que dos años después se ha cobrado miles de víctimas. ¿Nadie lo  veía hasta ahora?

Las armas de la industria armamentística mundial, no son juguetes, ni regalos y enriquecieron las balanzas de los países productores y exportadores, y alimentaron secretas esperanzas.

Las armas, producidas, vendidas y entregadas ¿para qué son? ¿Para un museo, nunca?

Irak,  Afganistán, Libia, y ahora Siria, y otras naciones de las que hoy no toca nombrar, se fueron desangrando a la vista del mundo. Son naciones a las que los poderosos han vendido todo tipo de armas, (a los gobiernos y a la oposición de esos estados). Sí o sí.

Si se arma a las dos partes en conflicto, la guerra civil estalla en cualquier momento.  Sobre todo, si hay un marco cultural heterogéneo y propicio al enfrentamiento belicoso. La configuración sociológica diversa, y también la religiosa de las diferentes agrupaciones islámicas, han sido históricamente de un equilibro inestable y frágil. Desde Mahoma, ha habido muchos asentamientos sobre un polvorín de intereses y venganzas.

“Siria está pasando por la repetición de ese fenómeno en el que las lealtades personales e ideológicas están por encima de la nacional y el conflicto se dirime recurriendo a una violencia despiadada y no de manera pacífica como en otras sociedades cuyos ciudadanos disfrutan de una lealtad común”, escribía Cesar Vidal (Enlace).

Y desde fuera del mundo árabe y de esos Estados,  Naciones Unidas, y los Gobernantes  de las naciones más poderosas “se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena”. “¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha acarreado y provoca el uso de las armas en ese devastado país!» ha dicho el Papa Francisco (Domingo 1-9-2013). Con las armas que seguramente, ahora nadie reconocerá que les vendió. Y una verdad, no por repetida menos cierta: “la guerra lleva a la guerra”.

Ahora se debate ¿quién usó qué? ¿Armas convencionales? ¿Químicas y biológicas? Se habla de gas Sarin, y otras aberraciones. Comienza la carrera… no tanto para parar la barbarie, sino para cerciorarse de que el uso de esas armas no quede sin castigo. ¡Hay justicieros!

 Ban Ki Moon, se reúne con los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad para "estudiar el caso". El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, dijo que "los preparativos para catalogar las muestras avanzan y comenzarán a ser enviadas a los laboratorios el lunes (hoy)".

Obama: "No queremos que el mundo se paralice. Muchos piensan que se debería hacer algo, pero nadie quiere hacerlo". Pero ese “algo” que insinúa es “atacar”, “castigar”, emplear, sin mancharse, las armas sofisticadas que tienen, contra… Siria.

Y para ello hay que encontrar “la hipócrita justificación” de buscar un motivo y acusar, para actuar. Mientras,están sopesando y valorando la posibilidad de una acción militar “limitada”, algo parecido a lo de Libia y no envío de tropas como en Irak, o Vietnam. ¿Escarmentaron?

J.Kerry  ya ha dicho: "Es innegable que se han usado armas químicas”. Francia tiene la certeza de que se han usado armas químicas.  La oposición pide votación previa en la Asamblea francesa. Los rebeldes sirios podrían haber usado armas químicas. Obama sin embargo parece saber que: “Siria ha usado armas químicas contra la población”.Por eso EEUU acusa formalmente a Al Asad del ataque, que dejó, según sus informes, 1.429 muertos, entre ellos 426 niños. Kerry asegura que saben "desde dónde y a qué hora se lanzaron los cohetes”.

 "Sabemos que el régimen de Bashar al Asad tiene el programa de armas químicas más grande de Oriente Medio y sabemos que las ha utilizado contra su propia gente", enfatizó el jefe de la diplomacia estadounidense, que acusó al "matón y asesino" Al Asad de cometer "crímenes contra la humanidad".

Kerry recordó, además, que dado el "obstruccionismo de Rusia y China" para actuar con el mandato del Consejo de Seguridad, está claro que "Naciones Unidas no puede unir al mundo para actuar". Es decir, que no les importaría ir en solitario con las naciones que se unan a la causa. Por si no contara con muchos aliados, (cuenta seguro con el Reino Unido y Francia) pretenden tener el respaldo institucional de casa. EEUU va a solicitar la autorización del Congreso para actuar, y como no es seguro el voto favorable  sin saber las conclusiones de los expertos de la ONU, pretenden no precipitarse, buscar aliados y ganar la batalla de la opinión pública.

Ed Miliband, el lider de los laboristas británicos,  en el diario The Guardian daba unas razones para no  ir a la confrontación bélica:

1) No se puede actuar sin tener las evidencias.
2) Es preciso el acuerdo de la ONU para poder intervenir.
3) Hay que valorar las consecuencias de la intervención.

Esta última, tiene dos derivadas.  Las consecuencias que le preocupan son las que afectan a los países que vayan a implicarse en esa guerra, no las consecuencias para los sirios. España y varios países estarían en esta honda de prudencia, sin arriesgar y sin cerrar la puerta al apoyo a EEUU. ”España considera que para cualquier acción de fuerza es preciso contar con una base jurídica que la respalde». Tampoco se presentan alternativas.

Son muy pocos los líderes que se pronuncian abiertamente en contra de la guerra, y que apuesten decididamente por la paz y el diálogo. El Secretario General de Caritas Internationalis, el francés Michel Roy, ha explicado: "El pueblo sirio no necesita más derramamiento de sangre, sino un rápido fin del conflicto. Necesita un alto al fuego inmediato. Una intervención militar de potencias extranjeras simplemente haría incrementarse la guerra y aumentar el sufrimiento".

Durante los dos largos años transcurridos en que la situación allí ha ido deteriorándose hasta llegar la destrucción del país con la crueldad de la guerra y matanzas de la población. El empleo de armas químicas es un crimen horrible, cierto, pero los otros miles ¿No eran crímenes? Que occidente diga que pueden seguir matando con armas convencionales, parece un sarcasmo.

 ¿No se podía pensar que "el diálogo podía y debía poner fin a la guerra en Siria"? ¿No había más opción humanitaria que llegar hasta donde se ha llegado? ¿A nadie que haya visto las imágenes de las muertes, desde el salón de sus casas… se le ha ocurrido pensar que esa escalada de violencia había que detenerla? Según la organización  Save the Children, 1, 9 millones de sirios han tenido que salir ya de su país.

¿Para qué está la Diplomacia, y las Naciones Unidas? ¿Y la situación se acaba con más guerra y con más muertes? ¿Quién ha escuchado la voz de los niños? ¿Hay algo más importante y urgente para actuar, que los niños de una nación que se desangra? ¿No hay una mesa en Ginebra, en la ONU o en la Sede de la Alianza de Civilizaciones para, estableciendo el alto el fuego, relanzar las conversaciones de paz? ¿En qué siglo callarán las armas y se avanzará en el futuro sostenible de la Humanidad?

Hasta el mandatario venezolano, parece haber escrito a Obama y le ha dicho: "Reflexione, a usted le dieron un Premio Nobel de la Paz, gáneselo".  Se podrá discrepar en muchas cosas con Maduro, pero en ésta hay que darle la razón. 

Mientras parece cada vez más inminente una intervención militar occidental en contra del régimen de Bashar al-Assad, que ocasionaría nuevas víctimas, curiosamente, en este conflicto se van a poner en juego otras armas, que no intentan destruir.

Francisco,  el Papa que está demostrando la talla de un gran Líder religioso, ha alzado la voz contra la guerra. “He convocado el 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”.

¡Ojalá llegue la solución sin más derramamiento de sangre! No sólo porque el Papa lo pide, sino porque la Humanidad lo necesita. Sería un paso en la buena dirección para detener la escalada en otras partes del Planeta.